SOPORTES PARA LA ESCRITURA
La
escritura sólo es imaginable a través de los soportes empleados para
albergarla, de los materiales usados para esgrafiarla, tallarla o pintarla.
Frente a la cultura oral, cuya única depositaria era la memoria, con el nacimiento
de la escritura se dio paralelamente la utilización de múltiples y variadísimos
soportes y el desarrollo de muy diversas técnicas para realizarla. Realizar una
historia de la escritura lleva aparejado inevitablemente contemplar un estudio
de los materiales en que ésta se ha desarrollado.
La
escritura se fija en el soporte por dos procedimientos: incisión (inscribir) o
trazado (escribir). En el primero, se pueden utilizar diversos procedimientos:
grabados, esculpidos, incisiones, etc., a veces con marcas tan débiles que son
poco más que rasguños, a veces con rebajes profundos realizados a cincel,
dependiendo de la dureza de los materiales. En el segundo, también hay
distintas posibilidades: el dibujo, la pintura, la caligrafía, la impresión,
etc.
Es importante distinguir dos tipos de soportes: los soportes
inscritos son aquellos que se utilizan en los procedimientos de
inscripción; la escritura se inscribe, se graba, se incide, se marca a punta
seca, y los soportes escritos son los usados para dibujar, caligrafiar,
pintar la escritura o bien imprimirla mediante sustancias fijadoras como tintas
o pinturas.
Los soportes inscritos.
a)
La arcilla: La arcilla es el soporte sobre el que se
sustentan las escrituras más antiguas. La escritura madre de todas las demás.
En el cuarto milenio antes de Cristo nació la alfarería y ésta facilitó
el uso de la arcilla como soporte escritura y surgieron los primeros
archivos.
b)
La madera:
También es
antiguo el uso de la madera para grabar la escritura. Es soporte fácil de tratar; normalmente se
barnizaba para blanquearla, se recubría de cera para dejarla lisa y eliminar
grietas, o se estucaba
c) La Cera: La cera se utilizó sobre todo en Grecia y Roma. Eran utilizadas para los
documentos administrativos importantes. Se borraba la escritura con una
espátula que se encontraba en el otro extremo del Stilo, aplastando la cera.
d) La piedra: La ventaja de la piedra es su naturaleza indestructible; los escritos
sobre piedra están destinados a pervivir. La piedra es el soporte por excelencia
de la epigrafía griega y romana, destinada a monumentos
Los soportes escritos.
a) El papiro: En las orillas del Nilo, y también en Siria, Palestina y Etiopía existía
una planta, la cyperus papyrus, a la que se atribuyeron multitud de
utilidades, entre ellas la de soporte para escritura. Se cortaba en finas
láminas su tallo y se diponía en capas superpuestas y entrecruzadas, se alisaba
a golpes y se dejaba secar al sol, se pulían y se iban uniendo unas láminas a
otras con un pegamento especial fabricado con vinagre, agua y harina, formando
rollos de papiros de 20 hojas. El documento más antiguo conservado en papiro
pertenece a la Tumba un alto de dignatario de la dinastía egipcia, hacia el 3000 a.C.
b) El pergamino: El pergamino comienza a utilizarse en 238 a.C. A diferencia
del papiro, que era de origen vegetal, el pergamino procedía de pieles de
tratadas con procedimientos especiales de limpieza, curtido y tensado.
El pergamino fue el soporte por excelencia a partir de los siglos III y
IV, hasta la introducción del papel por los árabes en Europa a finales del
siglo VIII. Después de la difusión de éste, siguió siendo el material preferido
para los códices miniados o iluminados durante mucho tiempo.
c) El papel: En el año 105 d.C., Tsi Lun, un oficial del emperador chino, descubrió
el papel. En el 751 d.C, los árabes llevaron el papel a España; aún así, la
expansión de este soporte por Occidente fue lenta y se tardó largo tiempo en
desplazar al pergamino.
La primera fábrica de papel artesano en España se constituyó en (Valencia),
en el año 1150, y la última fueron las fábricas de Cataluña, en el siglo XVIII.
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